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Después de terminar tu ciclo superior en Dietética, imagina que tu trabajo consiste en elaborar menús para una residencia de ancianos. ¿Qué recomendarías? En este artículo te daremos unas pautas para tener en cuenta.
La nutrición en la tercera edad está relacionada con el proceso de envejecimiento
Conforme nos hacemos mayores nuestras funciones vitales se van modificando y el aparato digestivo no es una excepción. Obtener los nutrientes necesarios de los alimentos va siendo cada vez más difícil por las siguientes razones:
- Mayor dificultad para masticar y tragar.
- La producción de saliva es menor.
- Las secreciones del estómago disminuyen, lo cual hace las digestiones más lentas y reduce la absorción de vitaminas.
Todos estos factores provocan también problemas de gases y estreñimiento.
Por tanto, las personas mayores deben adaptar su dieta al estado de su aparato digestivo. Si es necesario deberán modificar el tipo de alimentos que consumen de tal forma que les resulten más fáciles de digerir y además les aporten los nutrientes necesarios.
También hay que tener en cuenta que durante la tercera edad son muy frecuentes las patologías directamente relacionadas con la alimentación como son la diabetes, hipertensión o el colesterol alto. Si se presentan estas patologías es muy importante seguir una dieta adecuada, ya que con ello se pueden ahorrar complicaciones en la salud.
Qué debe incluir una nutrición adecuada durante la tercera edad
En este momento de la vida, la alimentación debe ser acorde con la actividad física y el gasto energético de la persona.
Se recomienda que los hidratos de carbono constituyan un 55% de la dieta. Se encuentran en los cereales, pastas, frutas y legumbres. Estos alimentos también contienen fibra, la cual es muy saludable porque facilita el tránsito intestinal.
Las grasas deben constituir un 25% del aporte nutricional de los ancianos. A esta edad el exceso de grasas es peligroso porque puede ocasionar problemas cardiacos y colesterol. No obstante, tampoco es bueno suprimir las grasas por completo. Lo mejor es que la gran mayoría de la grasa consumida sea monoinsaturada. Un buen ejemplo de este tipo de grasa lo tenemos en el aceite de oliva.
Es aconsejable además el consumo de leche y demás productos lácteos porque son una fuente importante de calcio. Lo mejor es que los lácteos sean desnatados para evitar meter un exceso de grasa en el organismo, sobre todo si el consumo de lácteos es frecuente.
En cuanto a la ingesta de proteínas, deben ser un 20% de la dieta. No conviene tener déficit de proteínas, pero tampoco abusar. Para no pasarse con el consumo de proteínas es mejor tomar más pescado que carne.
Las vitaminas en la nutrición del anciano
Las vitaminas más importantes para los ancianos son las A, B, C y D. Es mejor llevar una dieta adecuada que proporcione estas vitaminas antes que tener que recurrir a suplementos alimenticios. De todas formas si se necesitan suplementos siempre los debe recetar el médico.
Muchas personas mayores suelen presentar déficit de vitamina D, principalmente por la falta de exposición al sol. Muchas veces esto sucede porque las personas tienen limitada su movilidad y salen poco de casa. Entonces hay que adaptar la dieta para evitar estos déficits.
Algunos de los alimentos que contienen vitamina D son el pescado y los huevos.
Recomendaciones para una nutrición adecuada en la tercera edad
Como comentábamos más arriba, hay que tener en cuenta que el aparato digestivo no funciona igual que el de un joven, por tanto las comidas deben ser ligeras, con ingredientes fáciles de masticar.
Además hay que prestar atención al hecho de que la actividad física es menor que la de una persona joven. Por tanto se deben consumir alimentos con aporte calórico moderado o tirando a bajo, limitando (que no eliminando) aquellos con muchas calorías.
Se debe beber mucho líquido, como agua y zumos, especialmente en épocas de calor y aunque no apetezca demasiado. Es preferible que los zumos no contengan azúcares añadidos. Tampoco se debe abusar de los refrescos y demás tipos de bebidas azucaradas.
Ya que estamos con las bebidas, casi es obvio decir que las personas mayores no deben abusar de bebidas excitantes, como por ejemplo el café. También es obvio decir que, en caso de consumir algo de alcohol, deben ser cantidades muy moderadas. Cuanto más mayores nos hacemos más lento es el metabolismo de cualquier sustancia, por tanto los efectos del alcohol se hacen más acusados.
Estamos acostumbrados de toda la vida a cocinar con sal y podemos seguir haciéndolo pero limitando la cantidad. Hay algunos alimentos, como carnes y pescados, que puedes condimentar con hierbas (romero, tomillo, orégano, etc.) para que tengan más sabor.
Una de las recomendaciones típicas para la nutrición en el anciano es el aumento de la ingesta de fibra, tanto mediante alimentos que naturalmente la contienen como con alimentos integrales. Ya que el tránsito intestinal se va dificultando, la fibra es buena para facilitarlo.
Como ya apuntábamos antes, debe consumirse una cierta cantidad de grasas y uno de los alimentos ricos en grasas más saludables que existen es el aceite de oliva. Así que en las comidas se utilizará preferentemente, antes que otros aceites.
Como además hay que limitar el consumo de grasas, también hay que limitar el de aceite. Por tanto se recomienda preparar los alimentos al vapor o al horno antes que freírlos. Así evitaremos los niveles altos de colesterol.
Alimentarse bien en la tercera edad no tiene por qué ser aburrido
Como has podido comprobar en este artículo, la nutrición en la tercera edad tiene que ser cuidada. Hay que vigilar la ingesta de calorías, grasas y azúcares. Pero eso no impide disfrutar de las comidas.
Esperamos haberte ayudado a conocer los fundamentos de la alimentación en la tercera edad como una introducción a lo que verás en tus estudios de FP de Dietética.
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